¡ Hasta siempre yayo...!






El 13 de septiembre de 2017 me desperté como un día cualquiera, sin tener la mínima idea de que mi vida iba a cambiar unas horas después. Sin embargo, recibí la peor llamada que una persona puede recibir. No podía hacerme la idea de que ya no estabas con nosotros. Tú, mi abuelo, esa persona tan alegre que a todos contagiaba una sonrisa. No podía imaginarme que ya nunca vendrías a cenar a mi casa de sorpresa, ni que ya no nos haríamos 300 fotos para solo guardar dos, que no te tiraría de tus tirantes tan característicos, ni me hicieras bromas con mis piercings...Han pasado dos semanas y sigo sin querer creérmelo. Solo puedo agradecer a la vida la oportunidad de pasar contigo mis 19 años, y pedirle que en cielo te cuide como un angelito, porque te lo mereces. No tengo ninguna duda que ahí arriba estarás contando tus increíbles anécdotas a tantas estrellas como puedas, y me alegro de ello, pero no puedo negarte que aquí abajo me has dejado un vacío enorme. Solo me queda decirte que me cuides y protejas desde el cielo, porque yo te prometo que haré lo imposible para que estés orgulloso de mí y me sigas viendo cumplir metas. Te voy a querer siempre, yayo.
Tu nieta "la bonita", te echa de menos❤

María de Miguel Querol


¡ Hasta siempre Julián...!






El día 13 de septiembre de 2017, a los 84 años, nos ha dejado Julián Querol, el marido, el padre, el hermano, el yayo, el amigo que todos tanto queríamos. Se fue sin hacer ruido, pero también sin sufrir, el único consuelo que nos queda. Ha vivido mucho y bien, todos lo quisiéramos, pero así, tan de repente, nos ha pillado con la guardia bajada. Pero visto con perspectiva lo mejor es irse así, morir con las botas puestas.

Los que le conocías podéis imaginar el enorme vacío que deja, porque Julián lo llenaba todo. Tenía una personalidad y una vitalidad arrolladoras y enseguida se convertía en el centro de atención. Pero sin pretenderlo, con esa forma de ser tan aragonesa, tan "maña", que a todos nos cautivaba, con ese chiste de colegio 80 veces contado, con el conejito saltarín hecho con la servilleta, con la cestita hecha con la mandarina, esos dientes hechos con la cáscara de melón o con el cerdito hecho con el plátano...

Siempre conciliador, positivo, entusiasta y generoso, la crítica no entraba en su vocabulario, por lo que solo tenía amigos, amigos allá por donde fuera. Gracias por haberte cruzado en nuestro camino, nunca te olvidaremos.

Julián, nos vemos en el cielo, y guíanos cuando nos llegue la hora. Te queremos.

(Ah !, pero eso si...la culpa de todo la tiene Florentino...!!)

Julio P., tu yerno.



Fotos de Julián en el año 2017















El Concurso Radiofónico





Corrían los años 1945 o por ahí, y teníamos que buscarnos la vida como fuera...

Había un concurso radiofónico en Radio Zaragoza, en la Calle Almagro, en el que seleccionaban una letra al azar y ganaba la pareja que se presentara en la emisora y fuera capaz de pronunciar mas palabras con la letra que habían elegido.

De la pareja que concursaba, uno tenía que silbar y el otro tenía que decir todas las palabras que pudiera y que empezaran por esa letra, pero limitado al tiempo que duraba el silbido.

El premio era una entrada para el fútbol para el domingo siguiente (En el Campo de Torrero, con el graderío de madera)

Pues astutamente mi hermano Manolo y yo, preparamos una retáila de palabras que empezaban por la letra "P" y esperamos pacientemente a que dicha letra saliera.

Pues ocurrió, un día salió la letra P y allá que nos fuimos a reventar el concurso con la siguiente cancioncilla:

"Pedro Pablo Pellicer Peña Peralta Pincho, pintor perpetuo pinta paisajes primorosos por poco precio, pide paño pardo para pantalón, pero prefiere pasar por Pampliego, pequeño pueblo productor de pimientos picantes. Peluquero, perfumista, perfección, peinados, peinetas, postizos. Platería 23 primer piso, primera puerta, Pamplona."

Y claro, al domingo siguiente, al fútbol...


Julián Querol Alcalá

Anuncio de Espárragos Muerza...¿ Te acuerdas...?






Pues yo si me acuerdo, a mis 84 años, jjjj...Y decía así:

El que nísperos come, bebe cerveza, espárragos chupa o besa a una vieja, ni come, ni bebe, ni chupa ni besa...

Pero si comes espárragos Muerza..., sí comes, sí bebes, sí chupas, sí besas.



Julián Querol Alcalá





Los orígenes, de 1.791 a 1933


En la placentera amanecida de un día de primeros de Mayo de 1.791, en la rústica alcoba de la sala de una modesta casa de labradores, con el techo de maderos algo carcomidos, paredes encaladas, a la izquierda : un arcón, que tenía sobrepuesto un lienzo blanco, y encima de él, una jofaina, junto a un cántaro con agua templada; al frente, y pegado al rincón, una percha de madera junto a una ventana que daba al corral; al centro, una cama algo alta, para poder meter el” tito”, jergón de cuerdas cruzadas y colchón de lana de cordero, “vareada”; el cabezal de madera oscura, tosco, que soportaba , una especie de alacena, estrecha, , donde había que guardar el dinero por la noche, y encima de esta, un Cristo antiguo dentro de una urna; alumbraban la alcoba varios candiles colgados en la pared - que casi no alumbraban-; al lado derecho de la cama, la partera, y un hombre que miraba con cariño a su joven esposa, que después de sufrir toda la noche dolores de parto, agarrada como un halcón a los lados de la cama, subidas las rodillas,… con el camisón empapado de sudor enrollado hasta el vientre, la melena,… desmelenada, y la respiración jadeante, miraba a su derecha al doctor, que con mandil blanco y las mangas de la camisa remangadas, le animaba y dirigía, para que presionara con toda la fuerza “ imposible”, para poder expulsar la criatura, que con tanto amor, llevaba en su seno desde hacía nueve meses. Nació un niño…sano, y le pusieron de nombre: Cristóbal, como su padre y su abuelo: Cristóbal Querol,( mi tatarabuelo ), de Tronchón; Este niño se hizo rapaz, correteó por el pueblo, fue a números y rezos con el cura, y luego, ayudó a su madre ...en casa y en el corral, y mas tarde, a su padre… en el campo y las ovejas; se hizo mayor… y se enamoró de una moza del pueblo que se llamaba: Antonia Cortes; hizo “manitas” y “hubo revolcones” en el pajar, y por fin!.. se casaron el 12 de Abril de 1.819. A la salida del invierno de 1.821, tuvieron un hijo, que le pusieron de nombre: Ambrosio; era pues: Ambrosio Querol Cortes (mi bisabuelo), de Tronchón. Este mozo, desde joven, solía ir a las fiestas de Castellote, y conocía ya, a una hermosa joven, que se llamaba: Josefa Espallargas Camañes, natural de Castellote, y se casó con ella el 18 de Marzo de 1.846; de este matrimonio nacieron tres hijos…,el primero: llamado Manuel, nacido el 21 de Octubres de 1.849, en Castellote; el segundo, llamado: Ambrosio, nacido el 17 de Noviembre de 1.852, en Castellote, y el tercero: Antonio Querol Espallargas ( mi abuelo Antonio ), nacido también en Castellote a las cuatro de la tarde del día 6 de Junio de 1.855, y fue bautizado esa misma tarde, en la Iglesia parroquial de San Miguel Arcángel, siendo padrino un tío suyo: Antonio Espallargas Camañes. 


Siendo muy joven el abuelo Antonio, el 8 de Enero de 1.877, se casó en primeras nupcias (de penalti ¿), con una moza de Castellote, llamada: Antonia Gargallo Espada, con la que el 7 de Agosto de 1.877 tuvo un hijo, que se llamó Alberto Manuel Ricardo. Cuando este niño, tuvo dos años y cuatro meses…murió su madre, el 12 de Diciembre de 1.879 dejando al abuelo Antonio en una situación difícil para atender a su hijo, tanto fue así, que decidió en casarse de nuevo; sería con una joven de excelente familia, conocida desde siempre, y antiguo amor: Pía Aguilar Gargallo, (la abuela Pía) nacida en Castellote, el día 3 de Mayo de 1.862. Llegaron pues , a un deseoso acuerdo entre las dos familias, por el cual, el abuelo Antonio, aportaría al matrimonio, el hijo que tuvo con Antonia Gargallo, un niño además, muy querido por todos, La boda se celebró el 12 de Diciembre de 1.881, y según, hace años me refirió la tía Brígida, al llegar a la consagración del matrimonio, la abuela Pía, manifestó públicamente: “ Antonio: este hijo natural tuyo, Manuel Querol Gargallo que has traído a nuestro matrimonio, será siempre como si fuera hijo natural mío “. 


De este matrimonio nacieron diez hijos: Rosario – Antonio – Ambrosio – José y Carmen (nacidos en Castellote), Macario y María (nacidos en Monzalbarba) y Pía – Agustina y Brígida (nacidos en Zaragoza); el tercero, Ambrosio Querol Aguilar, era mi padre, nacido en Castellote, en la calle del Rosario, número 22, a las 5 horas del día 2 de Mayo de 1.888, siendo bautizado dos días mas tarde, en la iglesia parroquial de San Miguel Arcángel, de Castellote. 


Cuando fue el momento, fue a la escuela con sus hermanos mayores, aprendiendo a escribir con rapidez, (ya se usaban lapiceros) por lo que a los cuatro años, ya lo hacía casi perfectamente, siendo la admiración del maestro y del cura; su madre, la abuela Pía, también escribía perfectamente por lo que enseñaba muy bien a sus hijos; aparte de extrovertido y travieso, mi padre era un niño cariñoso y obediente, muy amante de la familia. 



La abuela Pía
 A punto de cumplir papá los 6 años, en abril de 1.894, el abuelo Antonio, dada la situación política nacional exterior, que era un desastre, junto con la mala gestión agraria y ganadera llevada por el gobierno en las zonas rurales, y mirando por el futuro de su familia, decidió aceptar, como excelente agricultor que era, un empleo de capataz en una conocida finca en Monzalbarba, próxima a Zaragoza. Esta finca tenía ya acomodo para el capataz, aunque fueran muchos de familia, y aquí los tienes a los abuelos, abandonando el pueblo, y llenos de valor, con seis hijos, iniciando una nueva vida. Los cuatro mayores, incluido mi padre, corretearían por el pueblo, como todos los niños y… a la escuela,… a la iglesia… en las fiestas y,… alguna vez al principio, irían con la abuela de paseo a la estación, como en todos los pueblos, a ver “asombrados” pasar aquella bestia negra, parecida a una gigantesca culebra encadenada, que sacaba humo por arriba y fuego por abajo, al cobijo de unos ensordecedores ruidos y gemidos. 

En febrero del 1.895, nacería el tío Macario, y en setiembre del 1.897, la tía María.

Por motivos de asuntos familiares de los dueños sobre las tierras, en la primavera del año 1.898, el abuelo abandonaría el trabajo de Monzalbarba, y aceptó un trabajo similar en Zaragoza (que era lo que siempre deseaba); sería de capataz en una finca propiedad de D. Dámaso Pina, importante industrial textil. La finca estaba pegada a la fábrica que el Sr. Pina, tenía en Torrero, junto al Canal Imperial de Aragón, en la curva que este da, en la llamada “terrazas de Pina”. Esta tenia un edificio grande, en el cual, en la parte baja, aparte de las dependencias agrícolas, estaba la vivienda del capataz y familia que debía de cuidarse del gran jardín y la huerta; al estar junto a las modernas instalaciones de la fabrica este ya tenía : luz, agua corriente y vertido. Ya tenemos a la familia Querol- Aguilar en Zaragoza. Papá, a sus 10 años, va a la escuela “Pedro Joaquín Soler”, que estaba cerca de casa, al comienzo del ahora Parque de Pignatelli, junto a la acequia de San Fernando, que discurría por la actual Vía San Fernando. El actual Parque de Pignatelli todavía no existía; había en su lugar campos y dos o tres torres; el tranvía,… de mulas, subía recto desde el paseo por un camino lleno de barro junto a la tapia de los depósitos de agua, lo que ahora son los pinos, depósitos que entonces estaban en construcción, como así, comenzaban el trazado del actual parque con la curva de ahora.

Se instala el teléfono en Zaragoza, y el que se quisiera abonar, tenía que pagar 120 pesetas al año. Se apuntaron muy pocos: era muy caro. “Siguen igual “.

En el año 1.899, el 29 de Diciembre, nace la tía Pía.

A mediados de junio, traen desde Burdeos los restos de Goya… pero sin cabeza, quiero decir, que en la caja donde los trajeron, faltaba el cráneo del sordo y ¡genial pintor!. MISTERIO

En el año1.902, el 31 de Diciembre, nace la tía Agustina.

Los tíos mayores, Manuel, Rosario y Antonio, ya van aportando algunos ingresos a la familia.

Mi padre, al cumplir los 14 años, o sea en 1.902, intentando contribuir a la economía familiar, que bastante falta hacía, trabajó como ayudante de cochero en los tranvías de mulas; su trabajo consistía en sujetar las mulas cuando el tranvía descarrilaba, y se tenían que bajar los viajeros para poder poner otra vez el tranvía en las vías; en esta maniobra también cooperaban los viajeros , circunstancia que sucedía algunas veces en esta parte del trayecto, desde donde es ahora el cruce de la Ada. De Goya, con Sagasta, hasta la iglesia actual de San Antonio. (La cuesta de Cuellar, de subida); en este punto, o sea, en el ahora cruce del Paseo de Sagasta con Ada. De Goya, además, se enganchaba una tercera mula de refuerzo para poder subir la cuesta que al llegar al final del tramo había que desenganchar del tiro, y engancharla en la trasera del tranvía. Como este punto era el final de trayecto, frente a S. Antonio, había que iniciar el viaje de bajada –y, al ser cuesta abajo, el tranvía se embalaba solo, y el cochero tenía que usar del freno de mano” a tope”, y así, entre “hablar mal” y el ayudante echar ” puñaos “de arena a la vía para que se agarraran las ruedas, se solucionaba el problema del “ servofreno” , ya que la gente… , los carros…,carretillos ,… autos…, cruzaban por donde les venía en gana, y así…, hasta que llegaba al comienzo del trayecto , que era la actual Plaza de España, que entonces era de la Constitución, después de que en el cruce de Goya, sentido de bajada, se hubiese desatado de la trasera del tranvía, la mula de refuerzo enganchada para la subida, y dejarla ”aparcada” ,- esquivando alguna posible coz-, para el siguiente servicio de subida de otro tranvía; como es natural, con tanto trajín de mulas, el joven Ambrosio, solo aguantó tres meses practicando esta “ depurada tecnología”, hasta que encontró el trabajo de su gusto. Hay que considerar, que el actual Paseo de Sagasta, solo estaba trazado, sin casas ni árboles, y que el talud del tren (Avda, de Goya, Fleta actuales) todavía no existía. Comienzan a instalar el tendido eléctrico para los futuros tranvías.

Siendo su objetivo aprender el oficio de guarnicionero, que era el de los más en “boga” en aquellos años, entró a trabajar como aprendiz en un taller de zapatería a medida y guarnicionería muy importante en Zaragoza, que estaba en la calle Torrenueva, propiedad de un tal Sr. Monserrat, donde aprendió con sumo interés los oficios, que, apoyado por su buena cultura, educación y respeto, pronto le serían encomendados, poco a poco, trabajos responsables y delicados, repercutiendo esto en los emolumentos. Aquí estaría trabajando con toda confianza, hasta que fue llamado a la “mili.”

Llega a Torrero (hasta el Canal) el tranvía eléctrico. Aquello fue el “no va mas.

El 12 de Octubre de 1.903, se inaugura el nuevo Puente de America sobre el Canal Imperial; el primitivo, construido en 1.815, era estrecho y se iba deteriorando frecuentemente

En el año 1,905, el 20 de Septiembre, nace la tía Brígida

En Junio de 1.908, el Gremio de Guarnicioneros Basteros de Zaragoza, le concedió, a mi padre, después de un examen de trabajo, el título de: Maestro Guarnicionero Bastero.

En 1.909, es llamado a filas y destinado al Grupo Mixto de Artillería de Alcazarquivir pasando al taller de guarnicionería. En estas fechas es: la “campaña de Melilla.”

En 1.911 pasa a ocupar el puesto de Maestro Guarnicionero, en el taller del regimiento de Artillería de Montaña de Larache. Viene a Zaragoza un mes de permiso.

En Mayo de 1.912, le conceden la licencia ilimitada, solicitando el puesto de Maestro Guarnicionero, vivienda incluida, pero, como civil contratado, aunque sujeto a la disciplina militar; puesto que le es concedido.

El 14 de Enero de 1.913 pasa a depender del 2º Regimiento de Artillería de Montaña, dentro del Cuerpo Auxiliar del Ejército, aumentando sus emolumentos, y la concesión de un permiso para ver a la familia, Hay que tener en cuenta, que por su juventud, gran profesionalidad, seriedad en el trabajo, y disciplina, “el maestro Querol”, era muy considerado en los ambientes de los Jefes y Oficiales de los Regimientos donde estaba y anteriores. Por otro lado, los trabajos a realizar en los talleres al mando de mi padre, eran en base a cuero, lona, y piel, en nuevo como en reparación, los correspondientes a un ejército desplazado y en guerra, tanto para el equipo de los soldados, como para el de los animales propios para el transporte de víveres y armamento, necesarios para el ejército en campaña.

Ya esta mi padre en Zaragoza, después de casi dos años sin ver a la familia. Los días se le hacen cortos, con visitas a familiares, amigos, cosas nuevas …; entre las visitas, una era ver a una prima de Catellote: Carmen, la cual estaba de portera con garita en el número 28 de la calle Alfonso, una casa de “alto copete”, cuya primera planta toda entera, era donde vivían los Marqueses de la Cadena, título concedido por la Corona, en 1.845.( Estos señores, adquirieron sobre mitad del Siglo XIX, una finca rustica en las afueras de Zaragoza, término de Miraflores, situada en el Camino del Rabalete, 254… “La Torre”, y que de ahora en adelante, saldrá a relucir bastantes veces).

Como quiera que cuando, el bigotudo y apuesto primo, entre risas hablaba de historias con la prima dentro de la garita, bajó por la escalera, la cocinera de la Sra. Marquesa, una agraciada joven, que como cada vez que bajaba a la calle a comprar algo, se paraba a charrar con Carmen; al ver al apuesto joven que estaba en la garita, se quedaron ambos paralizados, heridos por la misma flecha. Carmen, ante el persistente estado de “embobamiento” de la pareja, se apresuró a las presentaciones:” Manuela: mi primo Ambrosio, que esta de permiso del ejército”y…”Ambrosio: Manuela, cocinera de la Sra. Marquesa”. Hubo besos de presentación, riendo las ocurrencias del joven, y… al poco rato, la pareja salieron juntos a la compra. A partir de este momento, la agraciada cocinera, siempre hacía la compra acompañada del apuesto y bigotudo galán, hasta que éste agotó sus días de permiso.

El motivo del porqué la agraciada Manuela, fuera la cocinera de la Sra. Marquesa, lo explico seguidamente.

Allá por el año de 1933...



Soy Alberto Julián Querol Alcalá. Nací en Huesca - Capital de la Reconquista de Aragón,-en la heladora madrugada -1,35 h- del lunes, 30 de enero de 1.933. Aparecí con siete meses de gestación, y aunque a mi madre le costó lo suyo- estuvo grave durante diez días, y con motivos, después de doce partos-, y…!aquí estoy! Pesé 1.300 gramos. y a falta de incubadora, me mantenían dentro de una caja de zapatos con colchón de gasas, sobre el tape del horno de la cocina abierto, vigilando siempre un fuego suave, vigilancia que con todo cariño y dedicación hacían mis hermanos, los mayores, que por turnos me observaban permanentemente.

A los tres meses…. congestión pulmonar. D. Alfonso aplicó la solución del momento: introducirme cogido de manos y pies, en una palangana con granos de mostaza muy caliente, meter y sacar. De eso me acuerdo que estaba…! Ardiendo ¡ .. Bueno….

Antes del año, la comadrona que era marroquí, me hizo la circuncisión. ¡vaya broma!.

Mi infancia feliz en Huesca



Yo, seguía insistiendo en que el aire puro de Huesca en aquellos años, me sentaba bien, y al verano, ya participaba en las excursiones domingueras, andando, incluida la comida hecha en el campo, dándole a éstas el saborcillo, con los caracoles y cangrejos, que mi padre al llegar al sitio, se apresuraba a “recolectar”. En éstas excursiones, que eran muchas,( a la ermita de Cillas, con su pradera arbolada , con su manantial y riachuelo cristalinos, y a Siétamo , con su paraje idílico) participaban en frecuentes ocasiones, otras familias de amigos de casa con sus hijos .

Se organizaban juegos y cantos, y las mujeres se encargaban del fuego y la comida, Por la tarde , repaso de asignaturas y vuelta a casa andando, cantando por el camino.

Para mis padres, hermanos, y amigos si venían, aquello era el paraíso.

Cuando ya me iba solo, mis hermanas Chu o Elena , me llevaban al encuentro de mi padre que venía del trabajo; él me cogía en brazos.

Mi madre, procuraba llevarnos siempre, muy limpios y “atildaos”, por lo que llamaban a mis hermanos, “ los señoritos”.

Mi padre tenía una tienda de artículos de piel y guarnicionería que trabajaba por la tarde – aunque tenía dos operarios toda la jornada- que le permitía atender a los agricultores de Huesca y todos los pueblos de alrededor, por lo que era muy conocido y apreciado, sobre todo por los mas modestos que siempre tenían la pieza reparada o arreglada ,y…..“ ya me la pagarás cuando puedas” ó “cuando cojas la cosecha”.

Mi hermano José Luis, a los 16 años, marcha voluntario a un cuartel de Burgos.

Maruja marcha a Santander para aprender Enfermería. En la Casa de Salud Valdecilla. 



Antonio está en Guadalajara estudiando Farmacia y Magisterio.

Yo, sigo creciendo, sin más problemas

Los mas pequeños a la escuela, Nati estudia piano, muy bien, y papá le compra uno ¡ premio!

1936, comienza la guerra civil





Tengo tres años. Comienza la guerra civil-.bombas-muchos soldados-algunos aviones. En mi casa mucha preocupación por los hijos que estaban fuera, sobre todo, de José Luis, que estaba a punto de licencia. No se consiguió. Se “casco” tres años mas por trincheras y barracones, comiendo rancho sin carne, chuscos, sopa turbulenta , algunas veces: café con leche verde y alguna galleta gusanada que había primero meterlas en la leche para que salieran los gusanos, y luego comerse las dos cosas… ¡ claro ¡. Lleno de piojos y pulgas, - tenían que dormir en parideras, si las había –teniendo la precaución de que al dormir, había que pasar por las anillas del plato de aluminio bollado y del vaso también de aluminio,-que lo mismo se usaba para la sopa,… para el vino,…para el agua,- por el cinto del pantalón, por aquello de que podía volar; también merecía guardar con sumo cuidado en el bolsillo de la camisa, la cuchara y el tenedor, por el mismo motivo. que pasando nieves, sol abrasador,… aguaceros,…rocío…con el consiguiente sufrimiento de mamá, papá y de todos los hermanos 

A mi padre lo destinan al cuartel de Caballería de Zaragoza como Maestro Guarnicionero - Sillero. ( sillas de montar a caballo).” Tiene que ir urgente a ocupar la plaza,” y así, con once hijos y la mitad menores, tubo que abandonar la tienda y el piso de Huesca. Por su excelente profesionalidad y por sus ideales “políticos”, el ejército, le obligó a que aceptara el destino, pues le interesaba que Querol ocupara la plaza; aunque mi padre, no tenía mando en tropa, era personal contratado, con obligaciones militares. Estábamos en guerra, y la respuesta era…….A SUS ORDENES 



Mi madre y los hermanos mas pequeños, nos trasladamos con algunos muebles y ropas en un camión?, poniendo los colchones y los pocos muebles en los laterales de la caja, por si hubiera disparos , y mi madre con los pequeño en el centro y ,a… Zaragoza. Peligro por la carretera, Nos alojamos como pudimos en casa de la abuelas, Pía y Eulalia y en casa de otras tías. Mi padre se queda en Huesca ultimando las cosas. Un tiempo mas tarde, papá vino a Zaragoza y alquiló un piso grande en la calle de Colon, y fuimos con mi madre a verlo que le gustó mucho, pues tenía un hermoso mirador acristalado para poder poner macetas con geranios que le gustaban; luego tuvo bastantes y hermosos. También tenía una reja en la puerta de entrada en la calle, por donde echaban el carbón a la bodega. Me quedé sorprendido.

Maldita guerra...



1938. Un camión militar de campaña, me da una vuelta a la manzana, en la cabina, con el soldadico de chofer; era italiano y se llamaba José.

Voy con Carmenchu y Elena a todos sitios - a la cola del pan – al racionamiento en Casa Molinos- a la compra – en verano el pozal par traer el hielo de casa Félix las castañas asadas en hornillo de carbón vegetal- el tranvía- las filas de prisioneros que los llevaban a la cárcel. Aquellas filas de hombres esposados, atados con cuerdas y con arapos y los atos colgando del hombro, con las botas rotas,..o albarcas, los más: descalzos. Luego me enteraría que todos serían fusilados al amanecer en las tapias del cementerio; muchos de ellos serían sus delitos: disputas por tierras o riegos con los caciques del pueblo, ensañamientos por la guardia c. o con el cura, distinta visión política, etc...Me acuerdo perfectamente, y no se me han ido de la mente. ¡Maldita guerra ¡ ¿ como es posible que todavía me acuerde, con nitidez, de aquellas hileras de inocentes?

En estos dos años, se vive en casa la rutina familiar. La abuela Pía y las tías, por un tiempo largo, están con nosotros. Del tabaco picado de cuarterón, debidamente limpio de estaquillas y polvo, con una maquinita manual, se montaban cigarrillos para los soldados del frente rebelde; montones de cajas

se llevaron los soldados que venían a recogerlas. Había que limpiar las lentejas cucadas,….- el pan negro….. el tabaco intervenido…..los colilleros ……el estraperlo…el paragüero, con ropas rotas, quemado el rostro y las manos por todos los soles, alto y seco como un palo, y algo encorvado, la mirada triste, y con unos bigotes largos y quemados por el tabaco, meneando lánguidamente la estufa humeante donde llevaba los soldadores siempre calientes, y colgaba del hombro con una vieja y apañada correa de cuero, una especie de arcón de madera, semejante a la caja de un limpiabotas, aunque más grande, donde llevaba alguna herramienta, y maderas para el fuego. Colgado también de la correa, pendía un sillete pequeño , con una de las patas arreglada y encima de la caja , un pequeño yunque. Ahora parece que lo estoy viendo. Cuando le tocaba venir por la calle, yo, me sentaba al lado y me contaba cosas….. ya no me acuerdo…..

Muchos soldados por la calle. Ambulancias de la Cruz Roja . Gasógeno en los taxis….

Trenes que pasaban con vagones “borregueros”, cargados de soldados y material de guerra…

1939-1940

Antonio termina Magisterio y Maruja: enfermera..

En casa se vive un ambiente familiar agradable, pese a las penurias. Me llevan al colegio de las Carmelitas, con la Hermana Carmen, en el colegio que había en el paseo de Sagasta. Mi padre nos inculcaba disciplina y respeto: Cenar a las 9 de la noche, con silencio incluido hasta el postre.

La luz de casa, se apagaba a las diez, limpieza de los zapatos de todos, inclusive. En la cena , yo me sentaba a la izquierda de mi padre y mi madre enfrente, y antes del final de la cena siempre me dormía en la mesa, entonces, mi padre, me cogía en brazos, y me llevaba a la cama ó me llevaban las chicas.

1941: Comienza la enfermedad de mi padre



Voy al colegio de Gascón y Marín con Manolo. En los estudios soy aplicado. Sobre todo en dibujo. Manolo, que era un” sarguta” jugando a pitos, les ganaba con pitos viejos, los pitos nuevos a los niños ricos que vivían en la zona. Valían en el colegio: por tres. Estas partidas las hacía después de salir por la tarde del colegio, debajo de la farola que hay en la puerta del dispensario, con la calle Costa ; se nos hacía tarde –a las 8 - y al llegar a casa , había castigo: sin postre, o … estudiar en el comedor, o …limpiar los zapatos de todos; algunas veces , yo decía a mi madre, que me había parado un poco, para descansar; poniendo cara de bueno, posiblemente el asunto,”colaba “ 

Todos los domingos, si hacía buen tiempo, íbamos los pequeños a visitar a las abuelas; en la torre, mi padre aprovechaba para echar, con mis tíos y vecinos, unas partiditas de “julepe,”con MONO incluida, 

Subíamos verdura para casa y otras cosas que nos daba la tía Pilar, y si había flores, un ramo para mamá. La tía Pilar y mi madre… se querían muchísimo.También cogíamos lechacinos para los conejos que mi padre tenía, en una jaula grande, en el balcón del taller. Los vecinos que frecuentaban ésta” timba”, se asombraban de la educación que tenían los hijos de Ambrosio. Saludábamos a todos, y nos querían. La abuela nos preparaba la merienda. 

1942. La enfermedad de mi padre, no cesa; mi madre y mis hermanos mayores estaban muy preocupados. Visita a médicos y en clínica del Dr. Lozano. No hay solución. También pasó por el Hospital Militar en Ruiseñores,- con el sempiterno olor a tortilla francesa-. Y la misma respuesta. 

Comienzo a ir al colegio Calasancio. Me preparan para la Primera Comunión, que será para mayo. Comulgo en los Capuchinos y hubo en casa, chocolate con bollos. Los trajo Ambrosio del horno donde trabajaba por las noches. Fui muy feliz, mi madre lloraba. 

En el verano, éste año, fuimos a Jaca, con una diferencia: que los taxis? de la estación, a Jaca ,eran carruajes de caballos, de cuatro o seis asientos; las maletas iban arriba, Mi padre contrató una habitación en la pensión España en la calle Mayor, con un patio muy grande donde se metían los carruajes. Presumo que cada hotel, tendría su carruaje esperando en la estación, Una camarera me enseñó, en el patio, como unas tinajas, llenas de huevos; me dijo que estaban en agua de cal y que se conservaban mucho tiempo. ! Yo me llevaba muy bien con las camareras, Aquí , saliámos a pasear mañana y tarde,  porque tenía que respirar aire sano.


 1941. Comienza la enfermedad de mi padre. El médico le recomendó: la montaña, Aquel verano fuimos mamá, papá y yo, a Biescas. Primero el tren ¡que emoción! de Zaragoza a Sabiñánigo, y luego en un autobús renqueante, hasta el pueblo. Nos dejó el autobús Allí lo pasé muy bien. Estábamos en la alto de la parte vieja del pueblo, alquilada una habitación con derecho a cocina, en una casa particular, de un matrimonio que tenían campos, y en la parte baja de la casa , en la cuadra, había una vaca , una mula, un cerdo en el azolle, gallinas , conejos en una jaula grande,… ¡yo estaba en la gloria! . Junto a la puerta de la cuadra estaba la puerta de entrada a la casa; ésta era de madera algo vieja, con gatera, de dos partes, al igual que la de la cuadra, la parte de arriba se mantenía durante el día abierta con un toldo de loneta a rayas verde, para que no entraran las moscas; al fondo de la cuadra había un ventanuco que daba al río; la c asa era toda de piedra, encalada, y encima de las puertas, había dos ventanas con marco pintado de azul, que correspondían a una habitación y la otra a la cocina, que tenía hogar, cadiera y una mesa grande en el centro. Todos los suelos de la casa , eran de tablas de madera; la escalera era estrecha y de obra, encalada, Nuestra habitación estaba en la parte de atrás con una ventana que daba al rio; permanentemente se oía el ruido del agua. El arco de la puerta de la cuadra era de piedra, y el de la casa, era de piedras cuadradas, encalados como toda la fachada; había una piedra larga como un banco, entre las dos puertas, y en el rincón, una piedra grande con un hueco a modo de maceta. Con la casa, terminaba la calle en una pared de piedra con mucho musgo. El dueño de la casa, delgado, y de la edad como mi padre, me llevaba a la huerta, y a la era, a trillar. Teníamos que pasar el río, por un puente de maderas que también pasaban por él, los autos y el autobús….era la carretera que se iba a Torla. Eran muy cariñosos y amables.



1944: Fallece mi padre




1943. Vuelve Maruja, y entra de enfermera en la clínica Odontológica del Dr. Sanguino. Nati trabaja en Publicidad ERRE, y Antonio va de maestro a: Miedes de Aragón. Mis hermanas mayores Maruja y Nati se maquillaban y se pintaban las uñas, y esto, no le gustaba mucho a mi padre ( la enfermedad le había cambiado un poco el genio) y tenían que despintarse en casa , Mi madre abogaba a favor de las hijas, pero con respeto. Y es que a mi padre, cuando subía a casa de su madre, la abuela Pía, las tías, que no estaban al día de las evoluciones, (pintarse-tacones-novios…) le comían o presenciaba yo, casi cada domingo, poniendo a mi padre apesadumbrado, y no era cierto, porque no había hijos en el mundo, que quisieran y respetaran más a sus padres, que nosotros.

Yo: al colegio a preparar el ingreso de bachiller, El invierno del 43-44 mi padre lo pasó muy mal; Manolo le hizo en una cajita de madera, una radio de galena con la cual mi padre podía escuchar por auriculares, Radio España independiente... .Había policía secreta que subían sigilosos por las
escaleras de las casas, a ver si alguien escuchaba esta emisora.

Para Semana Santa, Maruja y Nati, con una amiga de ellas, se vistieron de “manolas”! Estaban guapísimas ¡

Antonio le trajo una ratita blanca de laboratorio y mi padre, en la mesa de camilla, se lo pasaba en grande jugando con el animalejo. La calefacción de mi casa, siempre fue de braseros. Para las navidades, Aurelio que ya trabajaba en el INP, y le entregaba la nómina a mamá, era, como todos los años, el encargado de montar en el comedor, el Belén, con sus casitas de corcho y luces de pilas. Nati tocaba villancicos en el piano, y todos los cantábamos en grupo.

En este curso termino la preparación para el Ingreso de Bachiller. Este invierno fue muy frío.

1944

En los primeros meses del año, mi padre iba empeorando paulatinamente. Poco a poco fue dejando de ir a trabajar, ya que se encontraba francamente, mal. En casa hacía mella el presentimiento de que todo estaba perdido. Preocupación y lloros ocultos. Estábamos todos en casa. Yo, había cumplido el 30 de enero los 11 años, y voy al colegio Calasancio; Carlos y Manolo al Colegio de la Sagrada Familia; Los mayores a sus trabajos. Antonio: en Miedes.

D. Maximino Carnicero, que era el médico de siempre, venía a casa todos los días; algunas veces con otros médicos y después de ver a mi padre , hablaban retirados con Maruja y mamá; todos con caras serias, y luego, si yo le preguntaba a mi madre o los mayores, me contestaban.: es que papá está muy” malico”

Hacía unos días buenísimos a primeros de mayo. Para el día 2 de mayo, que era fiesta entonces, en el colegio teníamos excursión a Montañana, primero en tranvía hasta el Gallego y luego andando, hasta un campamento estupendo que tenía el Frente de Juventudes. Carmenchu me había preparado la cantimplora, los bocadillos, chocolate negro y naranjas, la servilleta, una toalla…, todo en un macuto.

Nadie en casa lo esperaba tan pronto, vino la abuela Pía, y aquella madrugada, a las cinco, cogido por las manos por su esposa y su madre, una a cada lado y con el Manto de la Virgen del Pilar sobre las piernas, y rodeado por todos sus hijos, serenamente, a los cincuenta y seis años justos, murió nuestro padre…….mi padre.

Me levantaron para que pudiera darle un beso. Fue el último; Estuve mirándolo unos instante esperando que me dijera algo, pero no lo hizo, y me retiré sin entender nada.

Sentí como si me hubiera abandonado. Este sentir lo he mantenido como un secreto, toda mi vida.

Lo amortajaron con un hábito de capuchino; fue deseo de la abuela.

Al día siguiente fue enterrado. Asistió para despedirlo, una gran afluencia de la familia y amigos.

En los días siguientes ocurrió lo normal en estos casos. Pésames y besos y pensar en el futuro. De momento mi madre ya no tenía el sueldo de mi padre y el del cuartel tenía que dejarlo, aunque José Luis siguió yendo por un tiempo.

En las vacaciones, le hago a mi madre pequeños recados :-el hielo-el pan-el carnicero; yo ya era muy agudo. A la torre bajaba con Manolo ; como había que ir por el canto de una acequia grande,

Mi madre no me dejaba bajar solo. Bajaba a la calle a jugar con Cobo, Gonzalo El Botas Oscar Pina, Mur…….. o al Parque de Pignatelli , donde iban mis amigos del colegio.

En agosto, Elena ingresa en el Noviciado de las Monjas de la Caridad de Santa Ana. Mi madre pierde otra ayuda.

A primeros de septiembre apruebo el examen de Ingreso de Bachiller y sobre el 15 empecé PRIMERO DE BACHILLER……!toma ya…!

El 10 de octubre, se casan a la vez, Nati y Antonio. El 10 de octubre, se casan a la vez, Nati y Antonio. Fernando, el marido de Nati, no era alto, con bigote cuidado, elegante, con mucha personalidad quería mucho a mi madre. Lydia , esposa de Antonio, de una gran familia de Miedes, muy respetada, me quería mucho, bueno…….a todos.

Mamá comienza los trámites para alquilar un local en Fdo,el Católico, 6 , y poner allí, con las herramientas del taller de Huesca, un taller para trabajar José Luis, Ambrosio, Carlos y Manolo, y a la par, vender artículos de piel , Se llamará: Industrias de la piel Vda. De A. Querol.